En
la primera clase, los estudiantes experimentaron, mediante un juego, la
ubicación de sus propios cuerpos en los distintos niveles del espacio.
El espacio teatral, en relación a la altura, se divide en tres: alto,
medio y bajo.
Con el fin de integrar lo aprendido, debieron contar una pequeña anécdota a través de cuatro imágenes fijas utilizando tan sólo el lenguaje corporal.
Las
secuencias logradas reflejan la buena predisposición de los alumnos, su
creatividad y el disfrute propio del quehacer teatral.
Profesor Marcelo Rotger.